jueves, 20 de octubre de 2011

Ruinas en Santi Petri


Cuando el arte no se centra en la belleza, en la búsqueda de la perfección, en el diálogo positivo de cara al espectador. Una comunicación inmediata entre ambas partes, donde lo verdaderamente importante viene a ser el intercambio de sentimientos, un "toma y daca" entre obra y espectador, o mejor dicho entre artista, obra y espectador. Sin la necesidad de recurrir a estereotipos que buscan la belleza, lo ideal.
Todo esto puede transmitir esta obra, que bien puede poner al espectador en contacto con sus propios sentimientos. El simple hecho de representar las ruinas de una casa, indica algo más que un mero trámite pictórico, sino que también, ese lugar un día fue habitado. Y siendo consecuentes con el lugar al que pertenece la pintura, probablemente una familia de pescadores habitaba tras estos muros en los que el tiempo ha ido marcando su huella dejando solo el recuerdo de lo que un día fue.
Es una obra realizada a óleo sobre lienzo, en la cuál se conjugan diferentes lenguajes de expresión plástica. Una obra triste, pero a su vez entrañable.

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