Cuando el pensamiento y el deseo se alían ocurren cosas que solo son posibles en la mente de una persona deseosa de placeres. El pensamiento es todo proceso psicológico raccional suscitado por la mente humana y el deseo viene a ser el anhelo a que algo ocurra. Pues bien, en esta obra podemos observar como el pensamiento (esquina inferior derecha) entra en contacto con el deseo mediante un soplo de aire. El deseo (imagen central) parece sucumbir ante el pensamiento, ante la posibilidad de poder encontrar un camino para que ambos desahoguen sus mas preciados quehaceres. Se representa al pensamiento con una imagen nítida clara, como algo irrebatible, sin embargo el deseo es representado por una dama, imagen algo confusa, también fugaz.
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